«Todo cambia, todo se mueve, todo revoluciona, todo vuela y se va».
¿Cómo poder explicar el dolor? Vivo sin vivir en mí como dijo aquella. Quizá deje volar este cuerpo que no es mío y me ponga otro de cristal, como una capa en la trinchera.
¿Podemos rebobinarlo? podemos tan sólo, volver atrás…
La casa de campo, la luz entre los pinos, los leones gruñendo a través de las verjas… Los piñones entre tu mano y la mía.
Párenme aquí que me apeo. Todos esos médicos parecen saber estar haciendo algo con tu cuerpo -yo les agradezco- pero ya sólo soy una yonki más. Te meten cosas en las venas y ahí estás tú con todo eso dentro y más cosas y todo tiene que parecer en su sitio, muy normal. Norma-normal-normativo. Me aburren las normas. Hablemos del amor.
¿Podemos rebobinarlo? cuando la inocencia no rompía el cristal, cuando tan sólo tú y yo caminábamos por la hojarasca. Y no dolía. No dolía, no dolía… Ya viene el médico.
